Puqueldón: acusan sueldos impagos y obras paralizadas en el nuevo CESFAM

Fotografía: colaborador de La Opinión de Chiloé.

PUQUELDÓN (La Opinión de Chiloé) — Una gran preocupación en la comunidad de Puqueldón ha causado las denuncias de presuntos sueldos impagos y paralización de las faenas del edificio que albergará al flamante nuevo centro de salud de la isla Lemuy, y que representa una inversión cercana a los 2.800 millones de pesos.

De acuerdo al Decreto Alcaldicio n.°4438 del 9 de noviembre de 2016 al que accedió La Opinión de Chiloé, la ejecución de obras para el proyecto de “Normalización Consultorio Rural Puqueldón” está a cargo de Titanium Chile S.A. de Puerto Varas por un monto de $2.797.975.337.- (dos mil setecientos noventa y siete millones novecientos setenta y cinco mil trescientos treinta y siete pesos) con un plazo de ejecución de 401 días corridos. Sin embargo, estos últimos días una serie de indicios mostrarían que la constructora no estaría con una situación financiera robusta, con varios problemas de flujo de caja y deudas que se acumulan día a día.

En conversación con La Opinión de Chiloé, uno de los más de 40 trabajadores que prefirió mantener el anonimato indicó que la empresa no ha pagado los sueldos de mayo, mientras que al menos desde septiembre de 2017 se han reiterado los atrasos, aseverando que incluso en alguna ocasión han recibido sus remuneraciones en cuotas. El obrero aseveró que «por eso estamos de paro, hasta que nos paguen», agregando que «la empresa debe plata a las pensiones y a las casas que arriendan algunos compañeros (…) hubo semanas que varios no tenían qué comer [en la casas arrendadas por Titanium], y al final la empresa optó por comprar sólo legumbres para que coman».

Este medio pudo confirmar que a comienzos de este mes, un grupo de trabajadores fue amenazado con un desalojo por los dueños de una casa porque la constructora no ha pagado, pero por gestiones de los afectados, no se ha concretado; adicionalmente, ha trascendido que existe una millonaria deuda con una compañía subcontratista, algo que aún no es confirmado.

La fuente continúa relatando a La Opinión de Chiloé que «lo que dice la empresa es que el gobierno no les ha pagado los estados de pago» acotando que «tampoco llegan materiales para terminar el proyecto [faltando entre otras cosas culminar el] cielo americano, puertas, terminaciones de tabiques, baldosas, calles de hormigón, terminaciones de cierre perimetral, terminación de aleros de patio interior, instalaciones eléctricas, de agua potable, calderas, entre otras cosas».

Lo que está ocurriendo trae a colación los fantasmas de lo que ha pasado con los centros de salud familiares de Dalcahue y Chonchi, con sendos historiales de deudas, abandono de obras e incluso quiebras de las que se adjudicaron los trabajos. Ambos, aún no son terminados, acumulando años de atrasos por burocracia estatal, batallas judiciales y líos económicos de los privados a cargo de contruirlos.

El recinto

El nuevo centro de salud consiste en la reposición del actual consultorio de acuerdo a los estándares de un Centro de Salud Familiar sobre una superficie total proyectada de 1.384,64 m² que incluirá, entre otros recintos: 3 box clínicos multipropósito T1, 1 box clínico multipropósito T2, 1 box ginecológico con baño, 1 box dental, 1 sala RX dental, 1 sala de educación dental, 1 sala para trabajo clínico grupal, 2 box para enfermedades respiratorias agudas (ERA) e infecciones respiratorias agudas (IRA) y 1 sala de RX osteopulmonar, entre otros, además del equipamiento y equipos necesarios para aumentar la resolutividad de consulta y urgencias.

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